viernes, 28 de febrero de 2003

La Esclavitud

Un organismo británico, especializado en la lucha en contra de la esclavitud, estima que todavía existen más de cien millones de esclavos en África y en Asia, contados los que nacieron como esclavos, los raptados, y los que han sido vendidos por sus padres. Esa es una noticia alarmante. Esas personas son explotadas en muchos campos agrícolas y en fábricas de esos países, o en la explotación sexual y, tristemente, un gran número de ellos son niños.

Esto es muy grave, pero resulta que todos los que, aunque estén libres para elegir su estilo de vida, no quieren creen en Jesucrist, son esclavos del egoísmo natural:

Unos con sus formas nobles como el avance personal, la cultura o cualquier otra cosa que definitivamente sean necesarias, pero que no otorgan plena libertad espiritual.

Otros, por el contrario, se van por el lado negativo: la avaricia o la inmoralidad.

Al final de todo resulta que ls personas no encuentran plenitud de vida en ninguna de estas cosas, y solo frustración y vacío so el resultado del vano esfuerzo por suprimir de ellos la presencia de Dios.

"Y conocereis la verdad y la verdad os hará libres." (Juan 8:32)

"Así, que sí el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres." (Juan 8:36)

Juzgando a los Demás

Un hombre que tenía problemas de comunicación con su esposa concluyó que ella se estaba poniendo sorda. Así que él decidió hacerle una prueba sin que ella se diera cuenta.

Una noche se sentó en una silla en la parte más alejada de su esposa en la habitación. Ella estaba de espaldas a él y no podía verlo. Muy tranquilamente él le dijo: "¿Me escuchas?"... no hubo respuesta.

Se acercó un poco a ella y preguntó otra vez: "¿Me escuchas ahora?" Tampoco tuvo respuesta. Luego se acerco aún más y le dijo las mismas palabras, pero seguía sin obtener respuesta.

Por último se colocó justo detrás de la silla de su esposa y le dijo: "Ya por fin, ¿me escuchas?" Para su sorpresa, ella respondió irritada: "Por cuarta vez: ¡Te dije que SÍ!"

¡Que advertencia para nosotros acerca de juzgar a otros! La mayoría de nosotros criticamos a los demás para ocultar las mismas faltas que tenemos en nuestras vidas.

"No jusguéis, y no seréis juzgados." (Lucas 6:37)

Instruye al Niño en su Camino

Si usted cree que la educación es costosa, pruebe la ignorancia: sin ninguna duda resultará mucho más cara. Esto es cierto porque la educación capacita para el trabajo y para la subsistencia material de los hombres. Pero también es cierto en relación con la vida espiritual, y moral de la gente. Un pueblo sin valores morales, ni espirituales es un pueblo ciego y encaminado hacia un terrible abismo.

La motivación de inaugurar en el día de hoy "La Escuela para Niños" es proporcionar la educación que permita a los niños del presente, convertirse en los hombres y mujeres de bien del mañana. Que sepan conducir sus vidas con integridad, dignidad, pureza, y las demás virtudes que son fruto del conocimiento de Dios, y de una vida basada en el Señor. Por eso, la palabra nos enseña:

"Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará del él".

¿Cómo Conocer al Padre Celestial?

La fe en Jesucristo es la única que puede discurrir el velo de la gloria, de la justicia, de la sabiduría y el amor infinito del Padre, y sólo en él podemos alcanzar y disfrutar la paz de Dios, que va más allá de todo entendimiento.

Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.

Felipe le dijo entoces:

- Señor, déjanos ver al Padre, y con eso nos basta.

Jesús les contestó:

- Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿Por qué me pides que les deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre que vive en mí, es el que hace sus propias obras." (Juan 14:7-10)

domingo, 23 de febrero de 2003

La Fe que no se Rinde

Confiando en Dios por cualquier cosa y en cualquier circunstancia.


¿Alguna vez sentiste como si Dios no estuviese? ¿o que sencillamente, no le importas? Ves que él ayuda a otros y te preguntas por qué no lo hace contigo.


Eso es lo que muchos han sentido alguna vez. Pero la verdad es que Dios nunca nos abandona. El Salmo 9:10 dice: "En ti confiarán los que conocen tu nombre. Por cuanto tú, OH Dios, no desamparaste a los que te buscaron."


Dios nos tiene presentes en nuestras angustias y momentos difíciles, nos acompaña y nos hace sentir su presencia. Para conocerlo solo falta una cosa: buscarlo. Buscarlo en oración, en el amor; buscarlo en cada precioso momento que nos regala de la vida. Él está allí presente: en las buenas y en las malas.


Habrá veces que no comprenderás por qué pasan ciertas cosas, pero, aún así, claro que puedes mantenerte firme en la verdad y "fiarte de Dios de todo tu corazón." (proverbios 3:5).


(23/feb/2.003)