Ser Parte de Nuestra Congregación

• Estar en comunión con las diversas confesionalidades históricas (Presbiteriana, Anglicana y Luterana) y ser una parte de la Iglesia de Cristo sin excluir a otros cristianos y denominaciones, ni creernos mejores que ellos.


• Participar en la vida del pueblo de Dios, en unidad con él; con sus alegrías y sus penas.


• Pertenecer a una comunidad donde toda persona en su individualidad y vida privada es respetada


• Poder utilizar los dones y talentos como privilegio de todas las personas bautizadas.


• Demostrar una fe basada en las Sagradas Escrituras, y que además es coherente con la razón.


• Preferir la libertad en Cristo que a las imposiciones.


• Hacer hincapié en la moral (es decir, todo lo que es bueno y edifica) y rechazar el moralismo (que pretende que la salvación es resultado del comportamiento y no de la obra de Jesucristo)


• Participar de la herencia apostólica, y la fe en el Evangelio.


• Saber que la Iglesia pertenece a todos nosotros, y que todos tenemos el privilegio de apoyarla según las posibilidades de cada uno.


• Pertenecer a una familia internacional, intercultural e interracial que proclama el Evangelio de Dios en todo el mundo, como Cristo nos mandó hacer.

(03/oct/2.004)

La Virtud de la Perseverancia

La perseverancia es una poderosa virtud. La terquedad es una necedad. Hebreos 10:36 nos dice: "Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido." El autor de ese pasaje sabía la necesidad de perseverar, en llevar a cabo los sueños que Dios nos da para poder disfrutar al máximo de sus promesas. Pero es un hecho que no vamos a perseverar si inicialmente nos creemos fracasados.

Hermano: Te hago una propuesta; al terminar este culto y llegar a tu casa, haz un listado de tres cosas que te has propuesto y al lado de cada línea escribe: «Lo voy a lograr con la ayuda de Dios» En este ejercicio no pongas condiciones ni dudas. Luego, antes de escribir nada más, ten tu tiempo de oración. Después: ¡Persevera!

Oración:

Dios Santo, reconozco que soy débil sin ti. Quiero honrarte al luchar por lo bueno y lo justo. No me permitas renunciar a las nobles metas que me has dado, y confirma la valentía que has puesto en mi corazón, y pueda yo perseverar en ti hasta el final.

"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, Sino de poder, De amor, Y de dominio propio." II Timoteo 1:7

(??/oct/2.004)

Combustible del Corazón

En 1907 el explorador Ernest Shackleton, viajó en una expedición al polo Sur. Estando con sus compañeros, las tormentas empezaron a destruir todo. Las temperaturas bajo Cero eran mortales y sus cuerpos ya estaban cansados. De manera que tuvieron que regresar.

Mientras volvían, desesperados se dieron cuenta que morirían. Entonces decidieron dejar sus pertenencias en el camino para hacer el viaje más ligero. Shackleton vio lo que sus compañeros dejaban. Lo primero fue el dinero. Lo siguiente, aunque escaseaba, fue la comida. Luego las prendas. Al regresar al campamento, Shackleton les preguntó a sus amigos: ¿Qué creen que todos guardaron con mucho cuidado? La respuesta calentó el ambiente: "¡Las fotos y cartas de los amados. Sí, ese fue el combustible que los mantuvo en movimiento por la esperanza de volverlos a ver. Amigos: el amor siempre nos llena de nuevas esperanzas!"

Querido hermano: ¿Cuál es el combustible de tu corazón?

Oración: Señor, hoy quiero dejar que me llenes de tu amor. Quiero sentirlo y disfrutarlo. Gracias porque contigo siempre hay nuevas esperanzas.

Romanos 5:5. "Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado"

El Padre Nuestro

En la oración del Padrenuestro, el Señor Jesuscristo nos enseña a llamar a Dios Padre.

Muchos de los nombres de Dios se revelan en las Sagradas Escrituras. ¿Por qué escoge el Señor Jesucristo precisamente el nombre de "Padre"?

Martín Lutero dijo que: "Quiere Dios atraernos con esta invocación". Es decir, quiere atraernos con el nombre familiar de Padre hacie él, porque tenemos miedo de presentarnos ante Dios. Él es el Creador, nosotros su creación; somos polvo y ceniza delante de él. Él es Dios santo, nosotros pecadores. ¡Cómo atrevernos a presentarnos delante de este Dios y hablar con él!

Con el nombre de Padre quiere quitarnos el miedo y atraernos. Quiere que le creamos, que depositemos la confianza en él, tal como el niño que pide porque sabe, sin dudar, que su padre lo oirá y lo ayudará.

Acerquémonos a nuestro Padre celestial sin darle espacio a la duda porque él escucha nuestra oración.

(20/jun/2.004)

La Esclavitud 2

Un organismo británico especializado en la lucha en contra de la esclavitud estima que todavía existen más de cien millones de esclavos en África y en Asia, contados los que nacieron como esclavos, los raptados, y los que han sido vendidos por sus padres. Esa es una noticia alarmante. Esas personas son explotadas en muchos campos agrícolas, en fábricas de esos países, o en la explotación sexual, y tristemente, un gran número de ellos son niños.

Esto es muy grave, pero resulta que todos los que, aunque estén libres para elegir su estilo de vida, no quieren creer en Jesucristo, son esclavos del egoísmo natural:

Uno con sus formas nobles como el avance personal, la cultura o cualquier otra cosa que definitivamente sean necesarias, pero que no otorgan plena libertad espiritual.

Otros, por el contrario, se van por el lado negativo: la avaricia o la inmoralidad.

Al final de todo resulta que las personas no encuentran plenitud de vida en ninguna de estas cosas, y solo frustración y vacío son el resultado del vano esfuerzo por suprimir de ellos la presencia de Dios.

(13/jun/2.004)

¿Para qué Orar?

Al reflexionar sobre la oración nos preguntamos: ¿Cómo funciona la oración? ¿Cómo trabaja realmente?.

En una oportunidad, dirigí un grupo de oración con mis compañeros. Ya que lo dirigía, oraba de antemano por el propio grupo de oración. Es decir: ¡Orando por la oración!

Raro como pueda parecer, éste era el punto: Involucrar a Dios en todos los aspectos de la vida y orar continuamente.

Cuando oramos diariamente, comenzamos a sentir en sintonía con Dios. Nos vemos alineando nuestros planes y metas con la voluntad de Dios y podemos enfocarnos más en buscar la presencia de Dios.

¿Quien puede ayudarnos mejor que el Dios que tiene todas las respuestas?

(25/ene/2.004)