domingo, 25 de enero de 2004

¿Para qué Orar?

Al reflexionar sobre la oración nos preguntamos: ¿Cómo funciona la oración? ¿Cómo trabaja realmente?.

En una oportunidad, dirigí un grupo de oración con mis compañeros. Ya que lo dirigía, oraba de antemano por el propio grupo de oración. Es decir: ¡Orando por la oración!

Raro como pueda parecer, éste era el punto: Involucrar a Dios en todos los aspectos de la vida y orar continuamente.

Cuando oramos diariamente, comenzamos a sentir en sintonía con Dios. Nos vemos alineando nuestros planes y metas con la voluntad de Dios y podemos enfocarnos más en buscar la presencia de Dios.

¿Quien puede ayudarnos mejor que el Dios que tiene todas las respuestas?

(25/ene/2.004)