domingo, 31 de agosto de 2003

No Tengo Motivos Para Orar

En una oportunidad, encontrándome en la iglesia, estaba reunido con dos jovencitas a las que les pedí que dijeran (individualmente) una oración... cual no fue mi sorpresa cuando una de ellas me dijo "... no tengo motivos para orar..."


¿Cuáles de nosotros no ha tenido un buen amigo al que le comenta sus alegrías y tristezas?


¿Verdad que es placentero el poder charlar con una persona a la que se quiere y se le tiene aprecio?


Únicamente basta con fijarse como, el día del amor y la amistad, sobran los regalos y los mensajes con buenos deseos entre personas que se aman y se estiman. Agradeciéndose mutuamente por tenerse en cuenta, alegrándose del bienestar del otro, felicitándolo por sus logros... quedarse 'sorprendido' por el obsequio que de alguna forma pedimos.


Entonces surge la pregunta ¿Por qué no tratar de igual forma al amigo mas fiel y amoroso que tenemos, que no es otro que Dios?

¿Y de que forma podríamos charlar con Él? Pues por medio de la oración. Recordemos que siempre existe un buen motivo y un buen momento para "charlar" con el Señor.

Pero la oración no debe ser un "acto" de compromiso ante otros (Mateo 6:5) o repitiendo "fórmulas" (Mateo 6:7). Orar es un acto de amor y fe, en el que hacemos una solicitud sincera (Mateo 6:8)

Lamentablemente, algunos olvidamos que no solo se ora al Señor para solicitar su ayuda (la cual, si nuestra devoción lo apoya, será concedida - Santiago 5:16) sino para agradecerle por tantas y tantas maravillas con las que nos ha obsequiado, desde la vida misma hasta... ¡la lista sería interminable!

Hagamos el siguiente ejercicio e imaginemos el siguiente caso:

"Tenemos la noticia de una persona que se encuentra aquejada de una terrible enfermedad que, lamentablemente, finalizará con la muerte del paciente"

¿Tendrá esta persona motivos suficientes para orar? ¿Podrías dar algunos ejemplos?

Ahora te pregunto ¿Tienes alguna necesidad o un motivo para orar que te afecte personalmente? Si es así, te invito a que ores... siempre es un buen momento.

Esta misma pregunta la planteé a un grupo de oyentes, y sus repuestas fueron bastante significativas: Salvación espiritual, Fortalecer la Fe, Perdón por los pecados cometidos por si mismo o por otros, Por el bienestar de la familia, Por el bienestar del país...

Como hemos visto, son realmente muchos los motivos por los que el buen cristiano debe orar: solicitar ayuda al Señor, bien sea para uno mismo o para otra persona, agradecer por los hermosos dones de la vida, por la salud de la que gocemos, por la alegría de otros.

Siempre es un buen momento para orar.