viernes, 1 de octubre de 2004

La Virtud de la Perseverancia

La perseverancia es una poderosa virtud. La terquedad es una necedad. Hebreos 10:36 nos dice: "Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido." El autor de ese pasaje sabía la necesidad de perseverar, en llevar a cabo los sueños que Dios nos da para poder disfrutar al máximo de sus promesas. Pero es un hecho que no vamos a perseverar si inicialmente nos creemos fracasados.

Hermano: Te hago una propuesta; al terminar este culto y llegar a tu casa, haz un listado de tres cosas que te has propuesto y al lado de cada línea escribe: «Lo voy a lograr con la ayuda de Dios» En este ejercicio no pongas condiciones ni dudas. Luego, antes de escribir nada más, ten tu tiempo de oración. Después: ¡Persevera!

Oración:

Dios Santo, reconozco que soy débil sin ti. Quiero honrarte al luchar por lo bueno y lo justo. No me permitas renunciar a las nobles metas que me has dado, y confirma la valentía que has puesto en mi corazón, y pueda yo perseverar en ti hasta el final.

"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, Sino de poder, De amor, Y de dominio propio." II Timoteo 1:7
(??/oct/2.004)

Combustible del Corazón

En 1907 el explorador Ernest Shackleton, viajó en una expedición al polo Sur. Estando con sus compañeros, las tormentas empezaron a destruir todo. Las temperaturas bajo Cero eran mortales y sus cuerpos ya estaban cansados. De manera que tuvieron que regresar.

Mientras volvían, desesperados se dieron cuenta que morirían. Entonces decidieron dejar sus pertenencias en el camino para hacer el viaje más ligero. Shackleton vio lo que sus compañeros dejaban. Lo primero fue el dinero. Lo siguiente, aunque escaseaba, fue la comida. Luego las prendas. Al regresar al campamento, Shackleton les preguntó a sus amigos: ¿Qué creen que todos guardaron con mucho cuidado? La respuesta calentó el ambiente: "¡Las fotos y cartas de los amados. Sí, ese fue el combustible que los mantuvo en movimiento por la esperanza de volverlos a ver. Amigos: el amor siempre nos llena de nuevas esperanzas!"

Querido hermano: ¿Cuál es el combustible de tu corazón?

Oración: Señor, hoy quiero dejar que me llenes de tu amor. Quiero sentirlo y disfrutarlo. Gracias porque contigo siempre hay nuevas esperanzas.

Romanos 5:5. "Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado"