En una época caracterizada por los altibajos y dificultades, los problemas y escepticismos, y además, cuando se falsea la verdad, la iglesia debe conocer las enseñanzas bíblicas que han sido grandemente defendidas por los cristianos genuinos.
La verdad es una sola y la misma en todas las eras, pero la falsedad cambia de forma y viene y se va con la misma velocidad con que cambian las modas de vestir.
La iglesia tiene la extraordinaria misión de conservar la verdad bíblica. Y para ello es imprescindible que la conozca, que se prepare constante y conscientemente en su estudio, que tenga un deseo disciplinado por conocer a profundidad el inmenso tesoro que entraña la Biblia y que está al alcance de todo aquel que quiera alcanzarlo.
¡Estudia, prepárate; y aprovecha cualquier oportunidad que te ofrezca la iglesia para hacerlo!
(24/jun/2.001)
domingo, 24 de junio de 2001
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