El amor de Dios es la base para nuestra autoestima. Algunos de los resultados de la relación con Dios son amor, alegrías, misericordia, bondad, fidelidad, mansedumbre y autocontrol.
El amor de Dios nos enseña a aceptarnos y a través de todos los aspectos de nuestra vida (actividades, talentos y capacidades) el Señor es capaz de llegar a los demás.
Por ese motivo, podemos estar contentos con lo que somos y tenemos.
(06/oct/2.002)
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