viernes, 1 de octubre de 2004

Combustible del Corazón

En 1907 el explorador Ernest Shackleton, viajó en una expedición al polo Sur. Estando con sus compañeros, las tormentas empezaron a destruir todo. Las temperaturas bajo Cero eran mortales y sus cuerpos ya estaban cansados. De manera que tuvieron que regresar.

Mientras volvían, desesperados se dieron cuenta que morirían. Entonces decidieron dejar sus pertenencias en el camino para hacer el viaje más ligero. Shackleton vio lo que sus compañeros dejaban. Lo primero fue el dinero. Lo siguiente, aunque escaseaba, fue la comida. Luego las prendas. Al regresar al campamento, Shackleton les preguntó a sus amigos: ¿Qué creen que todos guardaron con mucho cuidado? La respuesta calentó el ambiente: "¡Las fotos y cartas de los amados. Sí, ese fue el combustible que los mantuvo en movimiento por la esperanza de volverlos a ver. Amigos: el amor siempre nos llena de nuevas esperanzas!"

Querido hermano: ¿Cuál es el combustible de tu corazón?

Oración: Señor, hoy quiero dejar que me llenes de tu amor. Quiero sentirlo y disfrutarlo. Gracias porque contigo siempre hay nuevas esperanzas.

Romanos 5:5. "Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado"

No hay comentarios: